Los trabajos exploran el legado literario y filosófico de Sor Juana Inés de la Cruz, así como el espíritu universitario de la UdeG
El señor Ernesto Serrano González, tapatío del oriente de la ciudad, tuvo la inquietud desde hace mucho más de una década de que en el barrio que habita se pudiera erigir una preparatoria que perteneciera a la Universidad de Guadalajara (UdeG) y ofreciera servicio educativo de bachillerato a la juventud de Balcones de Oblatos. La idea parecía utópica y lejana.
Luego de constantes gestiones y del involucramiento de los vecinos del barrio, aquel anhelo avanzó a materializarse. El ayuntamiento de Guadalajara tomó la iniciativa y durante el periodo de Aristóteles Sandoval Díaz como edil tapatío, se decidió donar a la UdeG una parte del predio que comprendía la Unidad Deportiva Número 41 para la construcción de un nuevo plantel.
Con esa imagen se gestó el proyecto que daría vida a la Preparatoria 18. Hay una fotografía donde se ve al exrector de la UdeG Marco Antonio Cortés Guardado y a Aristóteles Sandoval. Al fondo aparece la exdiputada Rocío Corona. Posterior a la captura de esa imagen, que correspondió a la puesta de la primera piedra, comenzó la historia real: la de edificar una comunidad estudiantil en un entorno adverso; Balcones de Oblatos, que era conocida tradicionalmente como zona de depresión social, con altos índices de pandillerismo y violencia.
Pero llegó la UdeG y para el 13 de febrero de 2012, la directora fundadora maestra Lilia Margarita Lomelí Urquieta tomó protesta al cargo y ese mismo año fue cuando el predio, entre espacios en construcción —barillas, cemento, tierra, grava— recibió a la primera generación de la Preparatoria 18. Aquello que pareció un sueño del señor Ernesto Serrano González se hizo realidad.
Doce años después, esta comunidad está en consolidación. Ahora se ofrece una admisión del 100 % de los aspirantes y dicha comunidad universitaria atiende a un total de 3 mil 200 alumnos. La actual directora, doctora Lucila Rivera Martínez, explica: “esta escuela le ha cambiado la cara a Balcones de Oblatos”.
Durante el acto de conmemoración, el director general del Sistema de Educación Media Superior (SEMS), maestro César Antonio Barba Delgadillo, manifestó que esta comunidad del oriente de Guadalajara que se sumó a preparatorias como la 2 y la 3, tiene en su historia, como es típico en las Prepas UDG, actores de garra y lucha que le dan valor al ímpetu y anhelo de los vecinos que encaminan las gestiones para que su entorno social pueda tener un espacio de educación, de pensamiento y de aspiración.
“Esta escuela ha cambiado vidas, justo como lo hace la UdeG. Todo se hace pensando en que aquí coexistirán sueños que serán alcanzados por medio de la educación. Hay personas que parecen invisibles, porque no existen en los discursos, pero las secretarias, el personal de servicio, así como académicos y directivos todos ellos son muy valiosos y esto es producto del trabajo de todos”.
Agregó que: “Uno piensa que para cambiar el mundo debe haber guerras o se deben descubrir cosas muy importantes. Pero valen mucho también las pequeñas acciones”; se refirió a Mario Piña, un joven con discapacidad que recién ingresó a esta escuela, de quien dijo: “él es un ejemplo por los obstáculos que la vida le ha puesto. Y a pesar de eso, la voluntad ha vencido todo. Tener a Mario aquí es la muestra de las acciones que realmente cambian al mundo. Nada en la vida nos tiene que vencer. En esta escuela todos van a crecer y transformarse”, sentenció.
La doctora Lucila Rivera Martínez, con un emotivo mensaje, reconoció el esfuerzo de quienes edificaron la historia del plantel por su esfuerzo, trabajo y la lucha continuada. “Cuando llegué los vecinos me dijeron que esta escuela le cambió la cara a Oblatos. Yo deseo que este espacio les permita ser todo aquello que su corazón anhele. Deseo que egresen de esta prepa y estén listos para cambiar el mundo. Que aquí sea un lugar donde todos podamos disfrutar y vivir en paz y en armonía”.
Posteriormente, se develaron dos murales que ahora conforman parte el patrimonio artístico del plantel, uno de ellos ubicado en las escaleras de la biblioteca que dan rumbo al auditorio, y otro en el propio auditorio.
El primero fue realizado por el maestro Cándido Gallo y está titulado como: “Filosofía, escritura, poesía. Belleza de pensamiento y espíritu. Esto representa Sor Juana Inés de la Cruz. Orgullo de México”; en este se muestra en la parte central a la poeta novohispana, precedida de seis pilares del pensamiento filosófico occidental, que son: Aristóteles, Platón, Sócrates, San Agustín, Santo Tomás de Aquino y René Descartes.
El segundo es de autoría de Roberto Becerra Suro, docente de la Preparatoria 18, y se titula: “¡Mano a mano y con Garra!”; en este se presenta una escena de identidad universitaria con una manada de jóvenes liderada por siete leones negros que representan a la comunidad de la UdeG; tras de sí, hay elementos emblemáticos de la Casa de Estudio así como de la ciudad de Guadalajara y del propio barrio donde se sitúa este plantel, como por ejemplo: la barranca de Huentitán, el casco del granero de lo que fue la exhacienda de Oblatos, el edificio Valentín Gómez Farías y el paraninfo Enrique Díaz de León.