El poeta exploró su apego a la escritura como un pasaje clave de su vida
Un viaje que llevó a Luis Armenta Malpica de la que fuera su ciudad, el otrora Distrito Federal, a las cercanías de Guadalajara, en El Salto, fue el momento en el que aquel joven se orilló a escribir. En un primer punto fue la necesidad de intercambiar correo postal con los amigos que se quedaron en el centro del país, sin embargo, ante las respuestas de incomprensión en cada mensaje, Luis decidió inscribirse en una escuela de escritura, la SOGEM, “así mis cartas comenzaron a sonar como cuentos y poemas”, dijo.
La anécdota la recordó durante su participación en su charla de Ecos de la FIL, organizada de manera remota por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en su edición 2020 virtual, y de la que expresó que es de las mejores ideas implementadas por la fiesta de los libros que cada año acerca a los jóvenes de distintas Prepas UDG con autores nacionales e internacionales, “estos espacios es de los que no debemos perder, porque se aprende y se valoran mucho”, opinaría.
El plantel que fungió como anfitrión fue la Preparatoria 15 de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y en el diálogo señaló que la literatura se convirtió en esa posibilidad que le hizo complementarse: “Siempre hay algo que nos molesta de la vida y el tomar partida en ciertos momentos nos hacen un ser político y eso mismo es lo que me llevó a armar un capítulo de mi vida representado por el ejercicio de escritura”.
Detalló que al referirse al ser poético él considera haber logrado un desahogo de ciertas situaciones, “en las cuales dejas la comodidad del hogar y experimentas cuestiones como la libertad de expresarte que nos lleve a experimentarnos. Ahí es donde uno entiende que todo el tiempo se toman decisiones que se vuelven acciones políticas porque expresan posturas”.
Acerca de la lectura de poesía reflexionó que a diferencia de lo que muchos piensan los jóvenes ahora leen mucho este género, ya que cuando se lee un verso se está leyendo poesía sin necesidad de abordar el libro completo. Además de que dijo que la adolescencia es ese momento en el que se comparten muchos contenidos por esa necesidad de búsqueda y exploración.
El también líder de la casa Mantis editores aseveró que “no creo mucho en la cuestión de la inspiración, sino que creo que hay estados de gracia que uno va desarrollando al leer y escribir constantemente. Hay un trabajo mental que lleva a uno a crear. En ese punto también creo que se logran formas que exigen siempre un mejor trabajo. La buena literatura no se identifica con reacciones de redes sociales, sino con otras cuestiones que tiene que ver la madurez del trabajo artístico”, finalizó.