Reviven la obra, figura y legado que dejó en Guadalajara Fray Antonio Alcalde y Barriga

El rector general de la UdeG participó en la presentación de la segunda edición del libro “Noticias del Fraile de la Calavera”, de Laura Castro Golarte

La obra y legado de Fray Antonio Alcalde y Barriga fue fundamental para la creación de dos de las obras que han contribuido al bienestar de los jaliscienses: la Universidad de Guadalajara (UdeG) y el Hospital Civil de Guadalajara (HCG), construidos hace más de 200 años por el llamado ‘Fraile de la Calavera’, afirmó el rector general de esta Casa de Estudio, doctor Ricardo Villanueva Lomelí.

 
En las instalaciones de la Cámara de Comercio de Guadalajara —durante la presentación de la segunda edición del libro Noticias del Fraile de la Calavera de la periodista Laura Castro Golarte—, Villanueva Lomelí dijo que la UdeG reconoce a Alcalde como su fundador, pues aquella Real Universidad de Guadalajara se convirtió en lo que ahora es la segunda universidad pública más grande de México, “sin ningún tabú ideológico”.

 
Aseguró que Alcalde debió de tener muchas cualidades para llegar a erigir estas obras sociales, por lo que lo definió como “un gestor visionario, atrevido, que sabía innovar haciendo lo que nunca se había hecho; tenía que ser confiable y capaz de rendir cuentas; imaginativo, entusiasta para hacer realidad grandiosos sueños; empático, generoso, con mucha mística y profundo amor por el otro”.

 
Recordó que en 1794 Fray Antonio Alcalde creó el Hospital San Miguel de Belén, con 775 camas, dos manicomios, una iglesia y un cementerio; su evolución ha sido tal que 200 años después el HCG tiene 15 unidades de especialidades, dos laboratorios robotizados con alta tecnología, un Centro de Investigación Clínica y Medicina Traslacional, dos bancos de sangre, un banco de multitejidos y un helipuerto. 

 
En cuanto a la Real Universidad de Guadalajara, que el 27 de agosto de 1792 matriculó a dos estudiantes en bachillerato y en la carrera de Derecho, Villanueva Lomelí informó que la UdeG hoy recibe a 310 mil 845 estudiantes, tiene en su plantilla a mil 662 investigadores, resguarda dos millones y medio de volúmenes en sus bibliotecas, ha construido 4 mil 382 aulas, un millón 420 mil metros de construcción y 197 planteles distribuidos en todo Jalisco.

 
Mencionó que para reconocer el legado del fraile, el Consejo General Universitario decidió nombrar este 2021 como el “Año del Legado de Fray Antonio Alcalde” y prometió que en todos los cursos de inducción de primer semestre, a partir del próximo ciclo escolar, tendrá que haber un espacio dedicado a promover su obra.

 
La doctora Castro Golarte destacó que el Santuario de Guadalupe es otra de las obras monumentales erigidas por Alcalde no sólo por motivos espirituales, sino urbanísticos y de generación de empleo y riqueza, destinada para que quienes vivían en la parte norte de la ciudad tuvieran un espacio religioso más cercano que la Catedral. Su vida estuvo motivada por el interés de ayudar a los demás y de concretar proyectos que beneficiaran a toda la sociedad, indicó la autora.

 
“No importaba si las ideas originales eran de él o de sus antecesores, o de los frailes betlemitas o del ayuntamiento de Guadalajara; aportó cuanto pudo, se sumó a todo lo que consideró bueno, hizo suyas las obras y las llevó a feliz puerto; este es un ejemplo valiosísimo en estos tiempos, cuando necesitamos a alguien así, que sea faro y brújula”, dijo.

 La segunda edición del libro, originalmente editado en 1998, ofrece imágenes inéditas o  poco conocidas del ‘Fraile de la Calavera’, además de archivos históricos, iconografía e información que no había sido dada a conocer acerca de su obra y su vida, así como entrevistas con expertos en la vida de Alcalde, funcionarios del HCG y de la Arquidiócesis de Guadalajara. 

  
El maestro Enrique Ibarra Pedroza, secretario general del Gobierno de Jalisco, señaló que Alcalde practicó toda su vida la honestidad, la austeridad, la caridad, la verdad, el liderazgo y el buen gobierno.

 
“Alcalde no solamente puso orden, no solamente evitó la corrupción; Alcalde fue un hombre muy honesto. La austeridad de Alcalde es tal que al obispo le correspondía, de ingresos, el 25 % de lo recaudado: en los 20 años que estuvo aquí, sus ingresos eran de poco más de un millón de pesos, pero no se quedó con nada; practicó otra virtud que fue la rendición de cuentas y la transparencia”, expresó.

 
El sacerdote Tomás de Híjar Ornelas, cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara, dijo que el ‘Fraile de la Calavera’ le dio a la capital los cimientos para ofrecer a sus habitantes educación, trabajo y salud.

  
“Nos hace coincidir esta tarde, como empezó a hacerlo hace poco menos de 250 años, la capacidad fuera de serie de un varón que hizo de la congruencia, su armadura; de la sobriedad, su divisa y de la compasión con los desvalidos, su meta”, declaró.

 

  • Boletín Informativo No. 92
    Mariana González-Márquez
    Viernes 12 de Marzo de 2021
    Guadalajara, Jalisco
    Fotografía: José Díaz